La vendimia de este 2024 ha finalizado con la recogida de 43 millones de kilos de uva, lo que supone un descenso de 13 millones de kilos respecto al año pasado.
A falta de recoger las últimas uvas que se destinan a los vinos conocidos como de "vendimia tardía", el Consejo Regulador de la D.O.Navarra ha oficializado el fin de la campaña con el corte del último racimo, protagonizado por el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno foral, José Mª Aierdi y el presidente de la D.O.Navarra, David Palacios, en Olite.
Así termina una vendimia que se iniciaba en torno al 20 de agosto en localidades de las zonas de la Ribera Baja y Alta. Esta cosecha se ha caracterizado por la bajada en la producción, con un descenso de 13 millones de kilos, la "buena calidad y por el buen hacer y el esfuerzo" de las 84 bodegas y 1.600 viticultores que han recogido la uva de más de 9.000 hectáreas de viñedo, en una campaña "compleja debido a las lluvias intensas".
El consejero Aierdi en un momento del corte del último racimo - Foto: CedidaTal y como ha señalado el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, "hay que reconocer el trabajo de los viticultores en una campaña muy complicada por las abundantes lluvias y, en general, el de todos los agentes implicados en la cadena".
"Nos encontramos en un momento de incertidumbre en el mercado del vino y es necesario que viticultores, bodegas y administración rememos de forma conjunta para saber posicionar nuestro producto. Por un lado, porque su calidad lo merece y, por otro, porque la viticultura es una gran aliada de la economía local y el desarrollo de nuestras zonas rurales", ha dicho.
Por su parte, el presidente del Consejo Regulador de la D.O.Navarra, David Palacios, ha señalado que "la vendimia de este año la recordaremos como una cosecha corta y heroica".
"Los viticultores y las bodegas han trabajado duro, tomando decisiones en cada momento marcadas por las cuantiosas lluvias que nos han acompañado a lo largo de toda la campaña. La capacidad de determinación debe ser ágil y conlleva una gran responsabilidad porque marca la calidad de la uva de la nueva añada. Y, precisamente, este buen hacer es el que ha hecho posible vendimiar la uva en su mejor estado. Además, cabe destacar la buena maduración generalizada que augura la elaboración de unos vinos de excepcional calidad", ha remarcado.
La Denominación de Origen Navarra "es principalmente reconocida por sus rosados, su emblemática Garnacha y la frescura de sus vinos blancos, rosados y tintos". Sus viñedos al norte del país se dividen en cinco áreas de producción diferenciadas que confieren a los vinos su propia personalidad: Baja Montaña, Valdizarbe, Tierra Estella, Ribera Alta y Ribera Baja.
Cerca del 70% del viñedo lo ocupan variedades autóctonas como la Garnacha y el Tempranillo y el 86% de las uvas producidas en Navarra son tintas y el 14% son blancas.