Rayo Vallecano y Osasuna ofrecieron un partido emocionante, de mucha intensidad, con numerosas jugadas divididas. En la primera mitad el conjunto navarro hizo gala de efectividad, dado que tras dos acercamientos con cierto peligro protagonizados por Rubén García e Iker Muñoz, era Moi Gómez quien desnivelaba la balanza a los 28 minutos de juego.
El jugador alicantino se aprovechó de una buena pared interior con Raúl García, para con un remate ajustado que llegó a impactar en el palo, conseguir adelantar a los rojillos. Para entonces la mala noticia del partido la había protagonizado David García, que con solo 18 minutos de juego tuvo que ser sustituido por lesión. El capitán osasunista se llevó la mano al muslo derecho en una acción al sprint, que además era una ocasión de peligro a favor del Rayo, pero el equipo madrileño acabó enviando fuera el la pelota en un gran gesto de deportividad. Catena sustituyó al navarro.
Con Osasuna por delante en el marcador fue el equipo local quien más posesión tuvo, pero el Rayo no era capaz de superar la telaraña defensiva de un equipo pamplonés que tampoco se iba a olvidar del ataque.
Crónica osasuna - Foto: Rodrigo JimenezYa en la segunda mitad los de Jagoba continuaron presionando en campo contrario, lo que suponía dejar espacios atrás, los cuales iba a atacar el Rayo, pero la defensa no perdía el orden y así se mantenía el 0-1. Isi fue el jugador más incisivo del equipo rayista, pero siempre se topaba con Sergio Herrera. Por momentos se veía a un Osasuna que jugaba con oficio ante un necesitado Rayo Vallecano al que le entraban las prisas.
Todo cambia en cinco minutos
De cara al tramo final Jagoba dio entrada a jugadores de refresco en la medular. Lucas Torró y Moncayola sustituyeron a Iker Muñoz y Pablo Ibáñez, lo que suponía darle más fuerza al medio centro. Las ayudas de Torró eran fundamentales a la hora de frenar las rápidas transiciones locales. Precisamente, una de ellas acabó en córner para el Rayo y sería a balón parado la forma en la que iba a llegar el empate. Un saque de esquina rechazo a la fontal hizo que Pep Chavarría recogiese el esférico y de potente remate estableciese el 1-1 (minuto 80). Un remate que apenas pudo ver Sergio Herrera dada la cantidad de jugadores que poblaban el área. Ese balón fue a media altura ajustado al palo, imposible de parar para el portero rojillo.
Con el 1-1 quedaba por ver la reacción de Osasuna, pero casi sin tiempo de nada, un balón que ganó Isi en la medular se convitió en un potente remate desde la frontal que nuevamente iba a ser imposible de detener por Herrera. Dos goles en cinco minutos le dieron la vuelta al marcador para colocar el 2-1 a falta de otros cinco minutos para el final. En ese momento le entraron las prisas al equipo de Pamplona, pero el cuadro de Íñigo Pérez no iba a dejar escapar tan preciado botín.
Osasuna lo iba a intentar hasta el final, profundizando por banda tanto con Areso como con Mojica, pero el partido acabó llegando a su fin y los tres puntos se quedaron en Vallecas.