Primer Consejo de Ministros bajo Presidencia española

SPC
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Decepción en casi todos los países ante el estudio de impacto en la producción derivado de la reducción de fitosanitarios propuesta por la Comisión Europea

Primer Consejo de Ministros bajo Presidencia española

Este martes se celebró en Bruselas el primer Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE) bajo la Presidencia española. En este Consejo, el ministro español en funciones, Luis Planas, presentó su programa de trabajo y las principales prioridades para este semestre en materia agraria. Planas fue, además, el encargado de dirigir el encuentro. El responsable de Agricultura destacó que, en el próximo semestre, las prioridades serán impulsar la autonomía estratégica abierta de la UE, con la agroalimentación como uno de los pilares fundamentales; apostar por la transición ecológica y compatibilizar la sostenibilidad de la producción agraria con la rentabilidad; fortalecer la justicia social y económica; y consolidar la unidad entre los Estados miembros.

Entre los dosieres legislativos tratados se debatió la propuesta que la Comisión Europea presentó en el mes de junio para la reducción del uso productos fitosanitarios en un 50% y el estudio de impacto complementario que, a petición del Consejo de Ministros, ha elaborado la Comisión y que se hizo público el pasado día 5. Gran parte de los responsables de Agricultura de los países miembros consideraron que dicho estudio, elaborado para constatar los efectos en la seguridad alimentaria del proyecto legislativo, está incompleto y manifestaron su decepción al considerar que no resuelve todas sus dudas sobre el impacto en la producción agrícola de esta iniciativa. El COPA-COGECA, organización que representa a las organizaciones agrarias y cooperativas europeas, considera que el estudio no aporta respuestas a las preocupaciones del sector y de los ministros en lo relativo a seguridad alimentaria, disminución de rendimientos y petición de los mismos requisitos a las importaciones de terceros países.

Durante este Consejo también se debatió la propuesta de la Comisión Europea sobre nuevas técnicas genómicas (cisgénesis y mutagénesis dirigida). Los ministros intercambiaron puntos de vista sobre esta proposición relativa al reglamento sobre las plantas obtenidas mediante estos sistemas, como parte de su 'Paquete de alimentos y biodiversidad'. Dieron la bienvenida a esta iniciativa y centraron la discusión en la evaluación de la propuesta, que consideran necesaria para garantizar un sistema agroalimentario sostenible y resiliente. El debate del Consejo servirá como guía para el lanzamiento del trabajo a nivel técnico, que ya ha comenzado este mes.

La Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS), por su parte, mostró hace unos días su satisfacción por esta propuesta, puesto que «abre una puerta a una innovación clave para cumplir los objetivos de la estrategia 'De la granja a la mesa' de Bruselas». Precisamente, una de las prioridades de la Presidencia española es avanzar en todo lo concerniente a la incorporación de las tecnologías más avanzadas y las nuevas técnicas genómicas, en especial en contexto actual de cambio climático.

«Debemos ser muy didácticos», señaló Planas, que además precisó que las nuevas técnicas genómicas permiten, a través de la ciencia, que los obtentores puedan lograr variedades vegetales de manera más precisa y segura y en periodos de tiempo más breves que empleando los métodos de mejora convencionales. Planas subrayó que estas técnicas abren numerosas posibilidades para producir alimentos de forma más sostenible, al poder contar con cultivos que precisen de menor aporte hídrico, de fertilizantes o de fitosanitarios.

El Consejo de Ministros, en el punto destinado a analizar la situación de los mercados agrarios, abordó la situación creada por la reciente expiración de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro. En este sentido, los ministros compartieron la necesidad de mejorar el funcionamiento de las vías de exportación alternativas, a través de los denominados corredores solidarios, para compensar el bloqueo de las salidas de cereal ucraniano por el Mar Negro. Los ministros también analizaron el impacto de las exportaciones procedentes de Ucrania en los países fronterizos y la necesidad de mejorar la información acerca de los stocks de cereales y oleaginosas en los Estados miembros.

Sobre esto último, el ministro Planas remarcó la necesidad de mejorar la transparencia de los mercados comunitarios en lo relativo a las existencias de cereales y oleaginosas para poder anticiparse y tomar las decisiones más adecuadas, de modo que se pueda hacer frente a la volatilidad de los mercados provocada por la guerra de Rusia en Ucrania.

 

Glifosato.

Antes de entrar en la reunión con el resto de ministros, Planas tuvo tiempo de pronunciarse sobre la posible renovación de la autorización para el uso del glifosato, un herbicida que en principio se quiere eliminar, pero que resulta casi imprescindible para llevar a cabo la siembra directa, una de las figuras que recogen los eco-regímenes de la nueva PAC. El pasado día 6, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indicó que el glifosato no presenta motivos serios de preocupación. Al respecto el ministro en funciones instó a seguir el dictamen científico.

«Si seguimos el dictamen científico cuando es negativo, tenemos que seguirlo. Si el dictamen científico es positivo, tenemos que seguirlo. Es muy simple. El dictamen científico es lo que cuenta en este expediente», afirmó Planas. La EFSA compartió el 6 de julio con la Comisión Europea y los países miembros las conclusiones de su revisión, que «no identifica áreas críticas de preocupación» sobre el impacto de esa sustancia en la salud de las personas, los animales o el medioambiente.

La OMS calificó este producto en 2015 como «probablemente cancerígeno para los humanos», si bien en 2022 la Agencia Europea de Sustancias Químicas llevó a cabo una evaluación del peligro y concluyó que no cumplía con los criterios científicos para ser clasificado como sustancia cancerígena, mutagénica o reprotóxica. De momento, el uso del glifosato está autorizado hasta el 15 de diciembre de 2023 en la Unión Europea.