El Ayuntamiento de Pamplona trabaja en la búsqueda de una nueva ubicación para exponer las 16 placas en recuerdo de las personas fallecidas en el encierro de San Fermín. La mayoría de los grupos municipales han respaldado este martes esta medida en un debate celebrado en la parte privada de la Comisión de Presidencia.
El debate ha tenido como eje central el informe de Seguridad Ciudadana que advertía de que las placas, en su actual ubicación, no cumplen los parámetros legales sobre resbaladicidad. El objetivo es reubicar las placas en otro punto de la ciudad, donde no suponga un riesgo para los corredores, o bien habilitar un lugar de homenaje con otras características.
La medida había sido solicitada por los corredores del encierro en la mesa sectorial a través de la Federación de Peñas y se llevará de nuevo a la Mesa del Encierro el próximo viernes. La retirada, que todavía no tiene una fecha definitiva, se realizará antes de las fiestas de San Fermín, de forma que las carreras del encierro puedan discurrir con "todas las garantías". De hecho, como se ha insistido en el debate de hoy, "el motivo de la retirada se debe a que estas placas metálicas sobre adoquines no cumplen las exigencias de la normativa en materia de resbaladicidad para zonas exteriores, tal y como se ha certificado con un informe encargado por Seguridad y Convivencia Ciudadana".
LA COLOCACIÓN DE 8 PLACAS COSTÓ 28.000 EUROS
El Ayuntamiento había encargado a finales de 2023 un total de 16 placas, con los nombres de las 16 personas fallecidas en el recorrido del encierro desde 1910. No obstante, únicamente se habían instalado ocho. El coste total de este encargo ascendió a 28.337,13 euros, cuantía en la que se incluyen las propias placas y los gastos de colocación, iluminación y canalización eléctrica. Ante la petición de los corredores por medio de la Federación de Peñas para retirarlas por motivos de seguridad, el Consistorio decidió encargar un informe para valorar si existían riesgos.
Para ello, se llevaron a cabo diversos ensayos sobre resbaladicidad, para certificar su adecuación a la Orden TMA/851/2021 del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sobre las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y la utilización de los espacios públicos urbanizados y al Documento Básico DB-SUA-1, de Seguridad de Utilización y Accesibilidad. Esta normativa establece una clasificación en materia de resbalabilidad que va desde 'clase 0' a 'clase 3', de menor a mayor agarre. Para zonas exteriores, la norma considera exigible la 'clase 3'. En los ensayos las placas se situaron en la 'clase 1', con un valor de resistencia al deslizamiento de 20, mientras que el adoquín de la misma zona alcanzó la 'clase 3', con una resistencia al deslizamiento de 63, ha informado el Ayuntamiento.