El dramaturgo Alfredo Sanzol, Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2024, ha destacado que en el teatro encontró el "sentido" y ha agradecido "el apoyo de mi familia, amigos, maestras y maestros", gracias a los que "he podido habitar mi soledad de una manera creativa".
La entrega del galardón se ha llevado a cabo en el interior del monasterio cisterciense de Santa María la Real de Fitero. La ceremonia ha estado presidida por la presidenta María Chivite, y ha contado también con la presencia del presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, el alcalde de Fitero, Miguel Aguirre, y la consejera de Cultura, Deporte y Turismo del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola.
También han asistido otras autoridades, como la delegada del Gobierno de España, Alicia Echeverría, así como varios consejeros del Ejecutivo foral, concejales de la localidad, diputados, senadores, parlamentarios forales y otros alcaldes y alcaldesas de municipios navarros.
Un emocionado Alfredo Sanzol recibe el Príncipe de Viana - Foto: Jesús DigesEl acto ha estado presidido por el pendón del Principado de Viana, y ha contado con las intervenciones musicales del Esemble Sinfonía Navarra, compuesto por Maitane Ezpeleta (guitarra), Unai Otegi (flautas) y Álvaro Iborra (clarinete), que han interpretado el himno de Navarra, además de piezas como 'La Mourisque' de Tielman Susato, la canción tradicional inglesa 'Greensleves' o 'River flows in you' de Yiruma, entre otros.
El premiado ha comenzado su intervención recordando los "nervios buenos" cuando salió al escenario en el instituto Navarro Villoslada en el que "noto, sé, descubro, se me revela, siento, conozco, que lo que estoy haciendo tiene sentido". "Es algo que todos buscamos en diferentes lugares y que yo encontré en el teatro", ha destacado.
Igualmente, ha recordado cuando, en la Biblioteca de la Escuela Navarra de Teatro, le descubrieron un libreto de Stephen Berkhoff. "Hasta entonces, algunos de los textos teatrales que había leído me habían gustado, pero este parece que está escrito para mí", ha evocado.
Un emocionado Alfredo Sanzol recibe el Príncipe de Viana - Foto: NATVAmbas experiencias, ha dicho, "me han ayudado siempre para recuperar el equilibrio" ya que fueron "las dos primeras veces en las que fui consciente de que hay un centro del que surge mi trabajo, que es un misterio que puedo sentir con fuerza cuando está sano, activo y creativo".
"Algunas veces se habla del trabajo artístico como si fuese una proyección, una progresión hacia un punto de perfección que está en el infinito. Sin embargo, mi experiencia es que cada nuevo proyecto pide volver a algo parecido a la nada, al vacío", ha señalado. "Es una paradoja, porque de la nada no sale nada. Y todos somos el resultado de una tradición, de una comunidad, de una historia, de una progresión", ha indicado.
Alfredo Sanzol ha afirmado que, desde que comenzó a escribir y actuar con 12 o 13 años, "la fuente de mis historias es la misma que entonces". "Nunca he tenido sensación de haber llegado profesionalmente a ningún sitio porque, desde que comencé a escribir y luego a dirigir, sentí la plenitud del sentido. Lo que hacía tenía sentido pleno porque lo hacía. Y acabar un proyecto sólo llevaba al mismo lugar, a un nuevo inicio", ha subrayado.
Un emocionado Alfredo Sanzol recibe el Príncipe de Viana - Foto: NATV"Había un inicio que había acumulado muchas experiencias, pero eso no le servía para salvarse de tener que volver al origen. Mi responsabilidad ahora es seguir siempre la necesidad de la forma que pide volver a la casilla de salida", ha añadido.
Ahora, con 51 años, ha asegurado que "sé lo mismo que sabía cuando era un adolescente, que hay un lugar misterioso al que tengo que volver siempre para empezar de cero". "Para poder vivir ese riesgo, esa sensación de vacío, de silencio, de miedo, esa oscuridad penetrante de la que parece que uno no puede salir nunca, he necesitado el apoyo de mi familia, amigos, maestras y maestros. Gracias a vuestra compañía he podido habitar mi soledad de una manera creativa", ha declarado emocionado.
"Gracias por todo el apoyo profesional y todo el reconocimiento que he tenido en Navarra. Este premio me hace muy feliz y me da fuerzas para seguir volviendo a ese lugar, parecido a la nada, que está lleno de todo", ha concluido.
Alfredo Sanzol, director teatral y dramaturgo navarro, es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Ha escrito y dirigido varias obras, como 'Días estupendos', 'Sí, pero no lo soy' o 'La calma mágica', y también se ha encargado de dirigir y adaptar a autores clásicos como Sófocles, Oscar Wilde, Valle-Inclán, Lope de Vega o Shakespeare. Actualmente, Sanzol es director del Centro Dramático Nacional, organismo autónomo del Ministerio de Cultura.
"GRACIAS, ALFREDO, POR CURARNOS CON TU ARTE"
La crítica teatral del Diario de Navarra, Ana Artajo, ha sido la encargada de glosar los méritos de Sanzol, de quien ha puesto en valor su trabajo "para que el arte y la cultura sigan consolidándose como herramientas imprescindibles para el engrandecimiento de cualquier sociedad". "Porque hay personas que, como tú, dedican su vida a la cultura, nuestra supervivencia está garantizada. Porque la cultura y el pueblo son una misma entidad indisoluble", ha manifestado.
"Tu incansable trabajo, tu talento, tu humor, tu visión tierna y puñetera del mundo, tu impudicia para evidenciar a golpe de carcajada nuestras vergüenzas compartidas y tu entusiasmo, te han ido convirtiendo en el hombre de teatro que hoy celebramos", ha destacado.
Igualmente, ha valorado que su teatro consigue "hacernos pensar en el otro, sublimándonos como ciudadanos". "Hoy celebramos, con este premio, que tus obras y tu labor escénica son ya indispensables fracciones del legado cultural sobre el que cimentamos un mejor mañana para nuestro pueblo", ha resaltado. "Gracias, Alfredo, por curarnos con tu arte", ha concluido.