Navarra continúa pendiente de sus ríos aunque el temporal va remitiendo y también la fuerza de los caudales. En Tudela el Ebro ha alcanzado su pico máximo este mediodía, estaba previsto que sobrepasara los 1.600 metros cúbicos por segundo y, finalmente, no ha pasado de los 1.500 sin causar graves afecciones más allá de los cultivos ubicados en las zonas inundables.
Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro aseguran que ha sido una "crecida ordinaria cumpliéndose los valores más optimistas". Por la tarde la mirada estaba puesta en Buñuel. Al parecer, según indica el alcalde de la localidad, Enrique Villafranca, "el pico ya ha pasado porque ha bajado el caudal 10 centímetros y la mota está aguantando sin problemas". El agua ha llegado a algunos cultivos situados en las zonas colindantes al río que, cada vez que hay crecida, tienden a inundarse por la filtración del propio agua. "A última hora de la tarde el dique del Espartal aguanta y prevemos que no suceda ningún incidente", señalaba Villafranca.