El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha anunciado que Washington y Pekín han comenzado esta semana a colaborar en la lucha contra el tráfico de fentanilo, una opiáceo que está causando estragos entre la población estadounidense y que se ha convertido en la peor crisis de drogas en la historia del país.
"En los dos últimos días, el subsecretario de Asuntos Internacionales en materia de Estupefacientes, Todd Robinson, se unió a una delegación interinstitucional que viajó a Pekín para marcar el inicio de un grupo de trabajo bilateral sobre lucha contra los estupefacientes con la República Popular China. La puesta en marcha de este grupo de trabajo supone un paso importante para avanzar en acciones concretas de aplicación de la ley y coordinar medidas específicas para detener el flujo ilícito de precursores químicos que están alimentando la crisis ", ha explicado Miller.
De hecho, ha destacado durante una rueda de prensa los primeros pasos dados por el Gobierno chino para restringir el suministro de sustancias precursoras del fentanilo en materia legal y policial contra decenas de proveedores de drogas sintéticas. Miller ha celebrado estas medidas como una forma de reanudar la cooperación chino-estadounidense en esta materia, que había estado suspendida durante años por las recientes tensiones entre ambos países.
Los primeros avances para retomar esta colaboración comenzaron con la reunión en noviembre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping.
"Estos han sido unos pasos iniciales importantes y, a través de este grupo de trabajo, seguiremos presionando para que se tomen medidas concretas. Hacer frente a la crisis del fentanilo en Estados Unidos y a la oleada de drogas sintéticas en todo el mundo es un reto transnacional que exige una respuesta mundial firme y coordinada. Seguiremos participando en la enérgica diplomacia necesaria para lograrlo", ha añadido Miller.