Florencio Roselló ha sido ordenado este sábado como nuevo arzobispo de Pamplona, en sustitución de Francisco Pérez, en un acto que se ha desarrollado la Catedral de la ciudad en el que ha destacado que "en Navarra nadie se siente extraño y todo el mundo está en casa. Nadie de fuera se siente ajeno". "Quiero gastarme y desgastarme por esta Iglesia", ha manifestado.
A las 10.30 horas, el arzobispo electo de Pamplona ha sido recibido en el atrio de la Catedral por las principales autoridades diocesanas y civiles. Ya en el interior, la Catedral estaba repleta de fieles que han acudido para dar la bienvenida al nuevo representante de la iglesia en Navarra.
Después, el arzobispo electo junto con sus acompañantes se ha dirigido a la capilla del Santísimo mientras sonaba la Marcha para la entrada del Reyno. A continuación, se ha dirigido a la sacristía para revestirse y ha comenzado la celebración de la eucaristía con la procesión de entrada. Han intervenido como obispos consagrantes Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, consagrante principal; y Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona, y Casimiro López, obispo de Castellón.
Roselló toma posesión como nuevo arzobispo de PamplonaFlorencio Roselló ha estado acompañado de los dos sacerdotes asistentes, Carlos Esteban Ayerra Sola (vicario general de Curia de la diócesis), y José Juan Galve Ardid (religioso mercedario provincial de la Merced en Aragón).
Tras la ordenación y toma de posesión, ha pronunciado la homilía Juan José Omella, quien ha aconsejado a Roselló que no olvide que "eres arzobispo de todos los habitantes de esta Archidiócesis de Pamplona y Tudela, no solo de los católicos. No te dejes encerrar en las preocupaciones internas de la Iglesia, sino escucha atentamente los anhelos de nuestra sociedad, en particular, el clamor de los más pobres".
Igualmente, le ha recordado "las cualidades que ha tener un buen pastor" y le ha aconsejado "escuchar a tus diocesanos con oído atento y corazón abierto" para "saber qué les preocupa, qué les motiva, qué les hace sufrir". También "comprometerse a ayudar a resolver las dificultades", "entregar la vida por las ovejas" y "cultivar la paciencia"; "necesitamos recuperar la paciencia activa, imaginativa y creativa para que nuestras vidas, nuestras parroquias, nuestras diócesis se renueven en el anuncio explícito del evangelio". A ello ha sumado "identificarse mutuamente"; "a través de tu entrega humilde y generosa llegarás a hacerte navarrico con los navarricos" y "pamplonica con los pamplonicas".
Roselló toma posesión como nuevo arzobispo de PamplonaPor su parte, Florencio Roselló, en sus palabras de agradecimiento al finalizar la celebración, ha recordado que, hace una semana, "estaba celebrando la eucaristía en la cárcel" y hoy se encuentra en la Catedral de Pamplona que le hace "sentir en casa". "Esta es la Iglesia que quiero y que sueño. La Iglesia que igual vive su fe en una cárcel, en un caserío, en la catedral, en una parroquia, en un hospital o en un convento", ha manifestado.
Ha destacado que, el pasado martes, nada más entrar en Navarra, "besé el suelo e hicimos una oración" con la que "quise manifestar que me entrego por cada uno de vosotros y me entrego hasta lo más profundo, hasta dar la vida".
"Me presento como el enviado del Señor. Nunca, ni en el más remoto de mis sueños, me imaginé estar aquí y ahora. Vivo este momento como obediencia a la voluntad de Dios en mi vida porque ha sido él quien me ha elegido y me ha puesto en este sitio", ha expresado Roselló.
El nuevo arzobispo de Pamplona ha destacado que "quiero escuchar para conocer, escuchar para saber, escuchar para amar. Y escuchar a través de la Iglesia que peregrina en Navarra". "Vengo a servir, pero para servir hay que escuchar demandas, sensibilidades, resistencias", ha añadido Roselló, quien ha afirmado que "también quiero escuchar al diferente, al singular, al que pueda mantener alguna diferencia conmigo, porque también a ellos me ha enviado el Señor". "Deseo que nadie en nuestra Iglesia se sienta discriminado y fuera de lugar. Nadie por su origen, por su lengua, por su sexo, por su ideología política, por pensar diferente, puede quedar al margen de la Iglesia", ha defendido.
También ha tenido palabras para "los pobres, los presos, los inmigrantes, las víctimas de trata", quienes ha deseado que vean la Iglesia "no como alguien que les acoge, sino a la Iglesia como su casa. No un número para engordar nuestras estadísticas sino un rostro para el que compartir la fe o, por lo menos, la vida". "Este otro redil, los presos, han sido objeto de mi ministerio sacerdotal durante muchos años y con ellos he vivido y disfrutado la fe", ha recordado.
Ha destacado que viene a la iglesia de Pamplona y Tudela "a vivir el carisma de la Merced, entregando mi vida por esta iglesia hasta que no pueda más. Desde hoy mi vida pertenece a esta Iglesia", ha resaltado. Ha puesto en valor que "Navarra es acogedora, es cosmopolita. Sus fiestas de San Fermín la han hecho universal, y eso se nota en sus gentes. En Navarra nadie se siente extraño y todo el mundo está en casa. Nadie de fuera se siente ajeno". "Desde mi nombramiento todo han sido felicitaciones, parabienes y facilidades", ha agradecido.
Florencio Roselló ha expresado su voluntad de que su lema episcopal, 'Si no tengo amor, no soy nada', "esté presente en cada acto de mi vida como pastor de esta archidiócesis de Pamplona y Tudela". "El amor supera la rutina, renueva compromisos y despierta proyectos. Quiero gastarme y desgastarme por esta iglesia, porque si no me entrego por esta tierra, si tengo amor, no soy nada. Porque con amor podré comprender, servir, ser paciente con esta nueva tierra que me acoge y en la que ya me siento en mi casa", ha remarcado.
En su discurso, Roselló ha tenido palabras de agradecimiento para sus difuntos padres, sus hermanos, la orden de la Merced y su pueblo, Alcorisa (Teruel). También para las autoridades autonómicas y locales a quienes ha dicho que "el mundo es uno y lo hemos de construir entre todos: Iglesia, administraciones y sociedad. No puede haber dos mundos, no puede haber dos sociedades".
De la misma manera, ha agradecido a la iglesia navarra "que con tanto entusiasmo me está acompañando". También al arzobispo saliente, Francisco Pérez, "porque desde antes de hacerse público mi nombramiento todo han sido detalles", y al que ha agradecido "todo el servicio hecho a esta iglesia".
Francisco Pérez se despide llamando a ser "signos de paz y testimonio de Cristo"
El hasta ahora arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela ha hecho un llamamiento a la paz, "tan resquebrajada", pidiendo ser "signos de paz y testimonio de Cristo".
Así se ha expresado al inicio del acto de ordenación y toma de posesión de Florencio Roselló como arzobispo de Pamplona que se desarrolla este sábado en la Catedral de la capital navarra.
En unas breves palabras, Pérez ha asegurado que su sucesor "lo va a hacer muy bien. En él también poned vuestra mirada y vuestras oraciones". Ha agradecido la presencia de religiosos de todos los lugares al acto "que sin duda en este día sentís en vuestro corazón un algo especial, porque nos dice el Señor 'donde dos o más están unidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos'".
"Decía Jesús, 'no tengáis miedo, yo estaré siempre entre vosotros', y hoy se cumple también una vez más; es un signo de que Él está siempre entre nosotros, y de un modo muy especial en la sucesión apostólica", ha expresado.
Francisco Pérez ha pedido que "no olvidemos pedir por la paz, esa paz tan resquebrajada que vemos en tantos lugares, que seamos signos de paz y testimonio de Cristo". Y ha finalizado dando las gracias a Dios, a la virgen María y, "de un modo muy especial", a la virgen del Sagrario. "Que el Señor sea siempre para nosotros nuestro único bien", ha concluido.