El director general de Cultura - Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apezteguía, y la alcaldesa de Lumbier, Rocío Monclús, han visitado las obras de restauración del puente medieval de la Ida de Lumbier, acompañados por los técnicos de Patrimonio Histórico.
Las obras de restauración del puente sobre el río Irati en Lumbier pretenden recuperar la configuración propia de este tipo de construcciones medievales y garantizar su durabilidad, y son acordes a la preservación de sus valores y condiciones histórico-artísticas y a su protección cultural, según ha informado el Gobierno foral.
Estos trabajos están promovidos y financiados por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra. El proyecto y la dirección de las obras corresponden al arquitecto, José Luis Franchez Apecechea, y a los aparejadores Pablo Jarauta Sanso y Nora Oroz Hérnandez, técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico de la Institución Príncipe de Viana.
Se trata de un bien inmueble de interés histórico-artístico que forma parte del patrimonio cultural de Navarra y es de titularidad del Ayuntamiento de Lumbier. El puente medieval de la Ida, sobre el río Irati, está situado en el término municipal, al oeste del casco urbano de la localidad de Lumbier, con acceso desde el punto kilométrico 38 de la carretera NA-150. En la actualidad el puente sirve de paso peatonal y de bicicletas entre las dos orillas del Irati porque no soporta tráfico de vehículos a motor.
CARACTERÍSTICAS DEL PUENTE
El puente, de origen medieval, estaba vinculado al importante paso desde el Camino de Pamplona a Lumbier. Hay documentadas reparaciones y pleitos desde el siglo XV. No obstante, el puente quedó desfigurado por las sucesivas obras de ampliación de su calzada realizadas a finales del siglo XIX y durante la mitad del XX por el Servicio de Caminos de la Diputación Foral de Navarra para capacitarlo para el tránsito de vehículos quedando así configurado hasta la actualidad. Tiene un recrecido en vuelo a ambos lados con tablero de hormigón sobre ménsulas de piedra empotradas en los tímpanos de cada arco, que modifica notablemente su aspecto original.
El puente de la Ida es de grandes dimensiones. Su longitud total es de unos 120 metros y es de perfil levemente alomado. Salva el cauce mediante cuatro arcos semicirculares jalonados por tres tajamares con sus respectivas pilas. La anchura del puente medieval primigenio, incluyendo sus pretiles, era de unos 3,75 metros. Los tajamares sobresalen aguas arriba 2,5 metros con una anchura algo menor. No dispone de aletas en ninguna de las dos márgenes, ya que el camino que llegaba de Pamplona hasta Lumbier lo atravesaba longitudinalmente.
La piedra empleada en su construcción es una caliza de color gris en las partes bajas que cambia a arenisca en las roscas y partes altas del puente. Los muros presentan abombamiento en su traza horizontal aguas arriba, aunque el puente mantiene unas buenas condiciones de su estructura.
CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA
Las obras de restauración dieron comienzo el pasado 1 de agosto y tienen un plazo máximo de ejecución de diez meses, hasta el 1 de junio de 2024. Las obras han sido adjudicadas a la empresa Construcciones Leache S.L. en la cantidad de 1.002.387,58 euros, IVA incluido.
Para llevar a cabo en condiciones adecuadas los trabajos de restauración previstos, será necesaria la instalación de andamios en los dos alzados del puente (aguas arriba y abajo) y bajo los arcos. Se van a realizar los trabajos de reconstrucción de pretiles y tajamares con piedra similar a la existente; caliza gris en las partes bajas, y arenisca en las partes altas. Los pretiles y tajamares serán reconstruidos con sillarejo de piedra arenisca recuperada de la zona y el nuevo pavimento será de adoquín de piedra.
CONSERVACIÓN DE LA FAUNA
En aplicación de las autorizaciones emitidas por el departamento de Medio Ambiente y la Confederación Hidrógráfica del Ebro las obras se han iniciado una vez terminado el periodo de anidación de murciélagos y vencejos, y se han instalado varios nidos artificiales y cajas-nido para vencejos, murciélagos y aves paseriformes. Además de lo anterior, las obras plantean la conservación de los nidos de murciélagos que se localicen en las juntas abiertas de las bóvedas de los arcos del puente.