Los nombres de las calles no son aleatorios y en gran parte conmemoran personalidades y eventos históricos o de importancia social. Son el reflejo de la evolución de los valores culturales de la población y, como tales, han cambiado con el paso del tiempo, plasmando cada vez a más mujeres y políticos, en detrimento de los santos y los militares.
Miguel de Cervantes es el personaje no religioso más popular en estas placas, con 1.943 letreros, seguido de Santiago Ramón y Cajal (1.387) y Antonio Machado (895), mientras que en las denominaciones religiosas San Juan es la figura más repetida en el callejero (2.443).
Así se desprende de un análisis realizado por profesores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que han comprobado que también ha habido un aumento progresivo de las calles con de inspiración femenina, aunque el sesgo siga siendo muy acusado pues solo ocupan un 12 por ciento de los rótulos.
Sí hay importantes aumentos en el callejero en nombres históricos como el de Clara Campoamor, quien en 2001 apenas tenía 67 placas y hoy la recuerdan 489, un alza superior al 600 por cien, y en otras figuras como María Zambrano y Rosalía de Castro.
Con la premisa de que los nombres de las vías reflejan las características socioculturales de los municipios, el grupo de investigación Stnames Lab ha desarrollado buscadores web gratuitos para visualizar y descargar datos en este aspecto y, en el caso de España, se nutre del callejero del Censo Electoral y permite realizar búsquedas para cualquier año entre 2001 y 2024.
De esta plataforma han extraído estas conclusiones Daniel Oto-Peralías, profesor titular de Economía de la Universidad Pablo de Olavide; Demetrio Carmona Derqui, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, y Dolores Gutiérrez Mora, investigadora en Estudios Urbanos de la Universidad Pablo de Olavide.
Más cambios
En 2001, había 43.192 calles en España dedicadas a santos, un seis por ciento del total, y esa cifra ha aumentado en 4.897 rótulos, aunque esto solo supone un 2,9 por ciento del incremento en este período (170.000). Esto significa que, aunque siguen dedicándose placas a santos, se hace en una proporción menor, lo que refleja valores cambiantes en una sociedad cada vez más secularizada, cuyo porcentaje de católicos ha pasado del 79,5 por ciento al 58 en las últimas dos décadas, según el Centro de Investigaciones Sociológicas.
Pese a la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, sigue habiendo calles que recuerdan al dictador Franco, pero muchas menos: según esta recopilación, son 66 frente a 822 en 2001. En términos globales, las calles con referencias al régimen han pasado de 2.899 a 524.
Asimismo, los militares pierden terreno y lo ganan los políticos locales, pues el número de calles letreros dedicados explícitamente a alcaldes ha pasado de 1.111 a 1.978, aumentando casi un 80 por ciento.
Acontecimientos como el procés se han plasmado también en el callejero, con 107 vías rotuladas en los últimos años conmemorando el 1 de octubre, fecha del referéndum independentista ilegal de 2017.
Otro ejemplo es la mayor concienciación social y reconocimiento político hacia las víctimas del terrorismo, pasando de una sola vía en 2001 a 150 en la actualidad.
Hay, además, muchas diferencias en la presencia de la identidad regional a través de referencias en este sentido en el callejero. Así, mientras el 77 por ciento de los municipios andaluces tienen alguna placa denominada Andalucía, solo el 26 por ciento de los castellanos manchegos tienen alguna con el nombre de su comunidad.