María de los Ángeles Rozalén Ortuño, conocida artísticamente como Rozalén, se sienta 'Cara a Cara' con Roberto Cámara para repasar su larga carrera artística. La cantante dice estar "muy bien, con mucho trabajo" y bromea asegurando que "a lo mejor tendría que tener algunos días más de descanso pero estoy feliz y disfrutona".
La artista reconoce que canta "desde que hablo", su pasión por la música viene de siempre: "Toco instrumentos desde muy pequeña, aunque yo pensaba que mi trabajo sería otra cosa. Por eso estudié psicología musicoterapia. Siempre he cantado pero nunca pensé que sería mi profesión. Es bonito este trabajo. Tiene cosas que son un poco más duras, pero la verdad es que levantarse para escribir y cantar, mas luego lo que pasa en los conciertos, donde se roza lo mágico y todos los vínculos que se generan con la gente, es una pasada".
En su poder tiene ya cuatro discos de oro, dos de platino, un Goya a la mejor canción original, así como un Premio Nacional de Músicas Actuales. Todo un repertorio de premios que "sientan bien", dice, pero que también le hacen a veces reflexionar sobre los méritos hechos: "¿A quién no le sienta bien una 'palmadica' en la espalda? Aunque es una cosa a veces injusta, tantas veces subjetiva...de hecho, cuando pienso en los artistas que más me gustan a mí no suelen ser los más premiados". Recuerda cómo la primera vez que dos personas que no conocía de nada fueron a verle a un concierto: "A mí eso ya me pareció un regalazo. Me pareció un premio increíble. Creo que es lo más importante, que la gente te quiera escuchar". Si por algo se caracteriza Rozalén es por mostrarse al público tal y como es en cada concierto y contar su vida cantada: "Las cosas que yo escribo y que canto, es mi vida y busco que sea exactamente lo que sientan otras personas. Somos lo mismo, hemos de quitarnos importancia, porque todos pasamos por procesos parecidos. Reflejo ahí esas emociones y son compartidas".
Cara a Cara con RozalenEl día antes a un concierto
Los días previos a una actuación Rozalén confiesa vivirlos con "mucha responsabilidad" por el hecho de que "haya tanta gente delante escuchándome". Echando la vista atrás, recuerda cómo ha ido cambiando el aforo en sus conciertos: "Yo sobre todo he cantado para poca gente y tengo que decir, aún así, que Pamplona siempre me ha tratado extrañamente bien -ríe- sin que hubiese un vínculo. Ahora cada vez lo hay más, pero sí es cierto que me pone súper nerviosa saber que hay tanta gente delante. También, si hay poca me lo tomo igual, ya que eso te da una intimidad que acojona bastante, porque ves a la gente muy cerca. Me lo tomo muy enserio, me da mucho respeto, no quiero defraudar y me autocastigo mucho porque quiero que todo salga perfecto. Lo preparo todo con mucho cariño y en cuanto a los lugares, dependiendo del sitio, trato de hacer un guiño al lugar. Quiero devolver a la gente el cariño que me da, por lo que me lo tomo muy en serio, tanto yo como todo el equipo", explica en el programa 'Cara a Cara'.
Sus canciones son muchas y muy variadas, con letras que le surgen "en lugares extraños", afirma. La artista albaceteña valora el silencio a la hora de componer, pero también momentos como pasear por el monte. Cuando viaja con el grupo es otro de esos momentos en los que le llega la inspiración. "A mí lo que más me hace que le de vueltas a la cabeza es el silencio. Por ejemplo, cuando estoy sola durante un tiempo caminando por la montaña, que es algo que me mola mucho, estoy ahí rumiando y me vienen cositas. Con el móvil me grabo frases o me tarareo cosas. Otro lugar de inspiración para mí son los aviones. Sobre todo porque me obligo a apagar el teléfono, por lo que vuelvo a leer, me pongo muy nostálgica... Desde lo alto en las nubes escribo más. Tantas horas de carretera también me permiten darle mucho a la escritura y soy también mucho de levantarme temprano y ponerme frente al cuaderno. A veces no me sale nada, pero creo que es un músculo que se trabaja. Cuanto más escribes, más presente lo tienes".
Su padre como inspiración
Entre los diferentes temas que aborda en su paso por Navarra Televisión, Rozalén se detiene unos minutos para hablar sobre una canción muy especial para ella, titulada 'Todo lo que amaste'. Un tema que interpreta con emoción y en la que dice haber llegado incluso a perder la voz. Explica en la entrevista que fue "debido al shock" que le ocasionó la pérdida de su padre. Preguntada esa canción tan especial, respondía a Roberto Cámara: "Hice terapia de choque. Siempre andamos huyendo de lo que nos duele y esto es una emoción universal. Todos vamos a ver morir a nuestros mayores y de hecho, debería ser así. Cuando es al contrario es mucho más doloroso... Lo que hice fue encerrarme en casa, me puse la ropa de mi padre, me lo llené todo de velas, de fotos... Lloré mucho esos días, pero también me reí, recordé y fue algo muy importante para mi, no solo para hacer una canción, sino para pasar incluso una página en el duelo. Es una canción que canto en todos los conciertos, por lo que es como volver a recordarlo. Lo bonito es también que aquello que yo estoy cantando, los que lo oyen están sintiéndolo con los suyos".