Una intensa velada que no caerá en el olvido

Agencias
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El duelo entre los candidatos presidenciales, clave para los comicios de noviembre, queda inmortalizado con frases míticas, gestos memorables y una singular defensa de las mascotas

Una intensa velada que no caerá en el olvido - Foto: Evelyn Hockstein

Lo que está en juego es mucho: nada más y nada menos que la Presidencia de Estados Unidos. Por eso, los aspirantes a ocupar el Despacho Oval de la Casa Blanca, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, usaron todos los cartuchos habidos y por haber para demostrar en los 90 minutos que duró su primer debate en Filadelfia que quieren ganar.
Y lo hicieron con frases y gestos que no caerán en el olvido y que marcarán, sin duda, las elecciones del 5 de noviembre, a las que ambos llegan prácticamente empatados, pese a que fue la vicepresidenta quien se sumó el primer tanto.

«Hola, soy Kamala»

Una de las grandes incógnitas previas era si Harris y Trump se saludarían. Al entrar en la sala, el magnate neoyorquino se dirigió directamente a su atril, mientras la demócrata cruzó el escenario y le tendió la mano. «Hola, soy Kamala. Tengamos un buen debate», manifestó. «Encantado de verla. Que se divierta», respondió su rival.

Lenguaje no verbal

El debate fue especialmente acalorado y ambos recurrieron en varias ocasiones al lenguaje no verbal para mostrar su desaprobación.
Harris, consciente de que las televisiones suelen mostrar a los candidatos en pantalla dividida, aprovechó para mover la cabeza en desacuerdo cuando Trump hablaba, para elevar las cejas en señal de sorpresa o para entrecerrar sus ojos, haciendo como que intentaba seguir el hilo de sus argumentos.
Por su parte, el expresidente esbozó sonrisas burlonas y, en ocasiones, no pudo contener sus ataques incluso cuando los micrófonos habían sido silenciados, según pudo comprobar el reducido grupo de reporteros presente en la sala.

«Venezuela con esteroides»

Para el antiguo inquilino de la Casa Blanca, si es su contrincante quien se hace con la Presidencia, Estados Unidos se convertirá en «Venezuela con esteroides». «Está destrozando el país», aseveró, reforzando sus críticas a la inmigración ilegal.
El exmandatario acusa habitualmente a la Administración de Joe Biden de abrir la frontera a los indocumentados y de permitir que países como la nación latinoamericana hayan conseguido reducir su nivel de criminalidad al «deshacerse» de esas personas.

El color de piel

Semanas antes, Trump puso en duda en el pasado el origen de su rival demócrata. «¿Es india o negra?», se había preguntado entonces. 
En el debate, sin embargo, intentó desmarcarse de esa polémica: «No me puede importar menos lo que sea. Lo que ella quiera ser me parece bien», señaló, justificando sus ataques previos en el hecho de haber leído que no era negra.
Harris, de madre india y padre jamaicano, calificó de «tragedia» que un candidato presidencial utilice la raza, en su opinión, «para dividir» a los estadounidenses.

El mantra de Trump

El exmandatario no pudo evitar repetir los bulos a los que suele recurrir para alertar a la población sobre los demócratas y su gestión: desde que permiten el aborto a los nueve meses de gestación e incluso la ejecución de bebés recién nacidos. Y en el cara a cara se hizo eco de otra retórica racista expandida por su bando, la que acusa a migrantes de comerse los perros y los gatos de los ciudadanos que viven en las ciudades fronterizas, algo desmentido también por las autoridades locales.

Cuestión de tamaño

Trump presume a menudo de la cantidad de personas que asisten a sus actos. En 2017, se obsesionó durante días con la cobertura mediática de su investidura, asegurando falsamente que había ido más gente que a la del expresidente Barack Obama (2009-2021).
Ayer incidió en esa línea, afirmando que sus mítines son «los mayores y más increíbles en la Historia de la política», mientras Harris consiguió enfadarlo al decir que los ciudadanos se van de esos encuentros por cansancio y «aburrimiento».

Kamala, armada

La todavía número dos de Biden aprovechó para dejar claro que tanto ella como su compañero de fórmula, Tim Walz, poseen armas de fuego. Esta declaración podría atraer a votantes independientes que temen que los demócratas restrinjan la posesión de estos artefactos, un derecho protegido por la Constitución de EEUU.

Tres contra uno

Poco después del debate, Trump denunció que la cadena que moderó el duelo no fue neutral. «Es la organización de noticias más deshonesta y eso es decir mucho porque todos son deshonestos», sentenció.
Algo con lo que coincidió un medio neoyorquino, indicando que el duelo fue de tres contra uno, pues los periodistas encargados tomaron partido en favor de Harris.