La red púrpura, continuación de la saga de Carmen Mola que comenzó con La novia gitana, se estrenará en Atresplayer, la plataforma de streaming de Atresmedia, el próximo domingo. La serie tiene ocho capítulos.
Tras la proyección del espectacular trailer de esta segunda temporada, firmado por Paco Cabezas, productor ejecutivo y director de la serie, junto a Juan Miguel del Castillo, la responsable de ficción de Atresmedia, Montse García, ha desvelado que ya están en marcha los guiones de La nena, la tercera parte de la saga de los escritores Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez.
Con los mismos personajes de La novia gitana, y la incorporación de alguno nuevo, como Marina (Carmen Prada), la segunda temporada crece en intensidad, violencia y crueldad, y se atreve con temas de trasfondo social «muy fuertes», ha dicho Cabezas, «de los que nunca se han contado en este país, y menos en una serie».
«Por ejemplo, empieza con un chaval de 15 años viendo un vídeo snuf en su cuarto; creo -dice Cabezas- que la ficción levanta una serie de ampollas y provoca algunas preguntas, como que no sabemos lo que están viendo en sus pantallas nuestros hijos adolescentes, o que los niños de ahora no saben diferenciar sexo y violencia».
Nerea Barros, que vuelve a ser la protagonista de esta nueva entrega, añade que también «hay un tema tabú», que afecta a muchos adolescentes, pero también a personas mayores, y es el modo en que Elena Blanco, que en esta temporada ha dejado el alcohol y el sexo esporádico, «suelta ese dolor» autolesionándose, desvela la actriz gallega, aún más contenida y brillante en esta temporada, en su tesón por cumplir con su objetivo.
La trama sigue el argumento del libro de La red púrpura, pero cambiando algunas cosas, ha explicado el director, «porque los personajes han crecido tanto que ellos mismos nos pedían expandir su historia y evolucionar».
Son Orduño (Vicente Romero), el veterano compañero, que vive una relación íntima con Marina, sin saber quién es ella dentro de la red púrpura; Chesca (Lucía Martín), policía entregada que siempre llega al límite, o Zárate (Ignacio Montes), el subinspector que empieza a aplacar sus dolores físicos con drogas que le colocan en una situación difícil.
Mariajo (Mona Martínez), la número uno en el ciberespacio y la única que sabe que Elena ha descubierto que su hijo Lucas está vivo; Buendía (Francesc Garrido), el forense, cuya meticulosidad le convierte en imprescindible en esta segunda temporada, o Dimas (Roberto Álamo), el secuestrador de Lucas (Unai Mayo), que se mueve con pez en el agua en la red violenta que investigan.
Han pasado seis meses desde el tremendo desenlace de La novia gitana y la BAC, que ha sido penalizada por su actuación, empieza a investigar una red que se oculta en lo más profundo de internet y que ofrece muertes en directo, torturas a menores y otras salvajadas por las que un público selecto puja en las redes.
Destacable también el trabajo de Andrés Gertrudis, como Casto, un personaje que pondrá en aprietos a todo el equipo, Andrés Lima (Kortabarrí), o Nuria González, como la venenosa directora del colegio La esperanza.
Para el director de las series Penny Dreadful (2016) o Mr. Right (2015) y largometrajes como Adiós (2019) o Carne de neón (2005), «cada vez distinguimos menos lo que es cine de lo que son series», y ésta, ha afirmado, «es cine y está viva y eso se nota en cada fotograma».
Barros ha hablado por sus compañeros para decir que «cada uno de los actores se ha escudriñado por dentro para dejar lo mejor de sí mismo. Traspasamos límites, nos enfangamos, pero está contada de una forma muy honesta».
La serie se estrena en Atresplayer el domingo 8 y cada semana se emitirá una entrega con el objetivo de que el público se enganche a La red púrpura.