Albares solemniza el apoyo a la soberanía marroquí del Sáhara

Agencias
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Los ministros de Exteriores de ambos países destacan que la relación bilateral está «en el mejor momento de su historia» tras el respaldo de Sánchez en 2022 al plan de Rabat para la excolonia

Los dos mandatarios, en su reunión en Madrid. - Foto: Alberto Ortega (europa press)

Las relaciones bilaterales entre España y Marruecos atraviesan «el mejor momento de su historia. Así de seguro y contundente se mostró ayer el ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en una declaración institucional en Madrid junto a su homólogo alauita, Nasser Bourita, en la que respaldó el plan de Rabat de autonomía para el Sáhara como «la base más seria, realista y creíble» para resolver el conflicto.

El socialista recibió por sorpresa al titular marroquí el Jueves Santo en el Palacio de Viana para «celebrar el excelente estado» de la relación entre ambas naciones, después del «punto de inflexión» que supuso, en abril 2022, el espaldarazo del presidente español, Pedro Sánchez, al plan de autonomía del país africano para el Sáhara Occidental.

Albares se refirió a su colega como su «buen amigo», destacó los «excelentes vínculos» que unen a los dos países y subrayó que los compromisos adquiridos hace tres años por Madrid y Rabat se están cumpliendo «a buen ritmo», destacando avances en materia de lucha contra la inmigración irregular y también en el ámbito comercial.

Como Bourita, el ministro de Exteriores habló de una «nueva etapa» en las relaciones hispanomarroquíes y volvió a defender el plan marroquí de autonomía para la excolonia española, reconociendo los «esfuerzos serios y creíbles» del vecino del Sur en el marco de Naciones Unidas para «encontrar una solución mutuamente aceptable».

De su lado, el titular de la nación africana destacó que la relación que ahora mantienen los dos países es un «ejemplo a seguir» a la hora de enfrentar los desafíos actuales. «Antes había crisis periódicas porque no había tanta confianza ni tantos canales para la comunicación y había algunos factores que dominaban la agenda», relató, en velada referencia a la autodeterminación del Sáhara Occidental que España defendía hasta hace tres años.

Pero, según explicó Bourita, ese giro - concretado en la entrevista que Sánchez mantuvo con Mohamed VI el 7 de abril de 2022 en Rabat- permitió la entrada en una «nueva era» de la relaciones bilaterales basadas en la «confianza» y la «comunicación fácil y flexible». Ahora, resaltó, ambos países se tratan con «respeto muto y trabajan como aliados para encontrar soluciones a los problemas». «No hay sorpresas», remachó, poniendo en valor el «espíritu» que propició aquel acuerdo entre el jefe del Gobierno español y Mohamed VI.

En este contexto, Bourita enfatizó que decir que ambas naciones viven «el mejor momento histórico» en su relación no es un «eslogan diplomático, sino la realidad».

Postura compartida

Además, el ministro de Exteriores de Marruecos aprovechó para reafirmar que la posición de España sobre el Sáhara no es «aislada», sino que la comparten «hasta 22 países de la Unión Europea, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, como Francia y Estados Unidos, y muchas naciones árabes, como los Estados del Golfo Pérsico».

Bourita recalcó que la posición de Madrid implica el «deseo de buscar una solución». «Aquellos que defienden las directrices y posturas antiguas no quieren un arreglo después de 50 años del problema. Es muy fácil estar en Madrid o en Estocolmo y decir que quienes llevan cinco décadas en los campamentos tienen que quedarse allí y tiene que haber un referéndum, pero si estuvieras en un campamento desde hace 50 años no dirías eso», sentenció.

Ámbito comercial

Durante la cita, Albares saludó la apertura a principios de este año de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, pero no concretó calendario alguno para su funcionamiento a pleno rendimiento.

No obstante, sí celebró el «excelente estado» de las relaciones económicas con Marruecos, pues el año pasado los intercambios comerciales llegaron a casi 23.000 millones de euros, con una subida de más del 7 por ciento respecto al año anterior.