Personajes famosos del mundo del cómic como Carpanta, Mafalda, Obélix o el gato Garfield están presentes durante este mes de septiembre en las calles de Pamplona a través de una iniciativa del Salón del Cómic de Navarra/Nafarroako komikiaren azoka, que celebra su decimoquinta edición.
Así, el Salón del Cómic vuelve a salir a la calle con actividades como la campaña de escaparates ilustrados, en la que, doblando la participación de la pasada edición, una veintena de dibujantes ha decorado comercios del Casco Viejo de Pamplona con sus propias versiones de personajes clásicos del tebeo.
Picasso, protagonista
Los personajes del cómic 'toman' los escaparates de PamplonaEl arranque del Salón tiene en su primer fin de semana como protagonista a Picasso, con una exposición en el Palacio del Condestable. Con más de cuarenta artistas participantes, se trata de la muestra más amplia acogida por el Salón en su historia.
Entre las grandes figuras del cómic nacional que participan en el evento destacan Bea Lema, autora del cartel anunciador de esta edición, el ilustrador y viñetista Riki Blanco y Candela Sierra, dibujante de reciente trayectoria.
El Salón también cuenta con creadores locales, exponentes de la ilustración navarra, como J.J. Chas, Cristina Navarlaz, Josefina Altuna o Mikel Santos 'Belatz'.
La calle como espacio expositivo
El director del Salón, Javier Pérez Zabala, ha comentado a EFE que los cómic dibujados en escaparates es una iniciativa que comenzó en la pasada edición con 11 artistas, pero "la cosa tuvo tan buena repercusión que en este año decidimos repetir la idea, solo que ampliándola y este año son 22 los artistas participantes".
"Se han sumado nuevos artistas, se han sumado por supuesto nuevos comercios con la idea de llevar el cómic a la calle. Hay que conseguir que de algún modo la calle también se convierta en un espacio expositivo", ha explicado.
Durante el tiempo que dura el Salón, los escaparates forman una exposición que se puede visitar, pero esta iniciativa, ha dicho, "es un acto publicitario también en varios sentidos: lo es para los comercios porque llama la atención sobre ellos, lo es para los artistas y lo es para el propio evento".
Para los artistas, ha señalado, "es un reto, porque están acostumbrados a dibujar encerrados en casa, apartados del mundo. Y esto es un acto de creación en vivo en el que pueden intervenir los ciudadanos, pueden interrumpirles en cualquier momento, pueden hablar. De algún modo, están mucho más expuestos a la comunicación con el público".
"Tampoco es lo mismo trabajar en una mesa sobre una hoja o sobre una tablet que hacerlo en gran formato; para ellos es un reto y como tal se lo toman con dudas pero al final luego todos han disfrutado de la experiencia muy bien", ha destacado el director del Salón.