Al menos siete personas han muerto y otras 40 han resultado heridas como consecuencia de los fuertes incendios que asolan gran parte de Portugal, mientras este martes se espera que continúen unas temperaturas especialmente altas con riesgo meteorológico "extremadamente elevado", según las autoridades portuguesas.
En principio la situación hacía prever que los incendios golpearían con mucho menor virulencia que otros años. Sin embargo, la llegada de vientos del este y un empeoramiento de las condiciones meteorológicas en los últimos días ha cambiado rápidamente el panorama.
El fuego ha golpeado la zona Centro y en menor medida el Norte, arrasando en unos días tanto terreno como el que ya había sido consumido en lo que va de año.
El Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA) ha informado de que son más de cien las localidades en peligro máximo de incendio. Lo vivido este lunes en distritos como los de Aveiro y Viseu no se veía desde 2001, mientras que esta madrugada más de 5.000 personas han estado luchando con 107 focos activos.
Entre los siete muertos hay tres bomberos que acudían este martes a la localidad de Tábua, en el distrito de Coímbra, a sofocar el fuego. Han muerto cuando el coche en el que viajaban ha quedado atrapado entre las llamas. Otras 33 trabajadores han resultado heridos en los últimos días mientras realizaban las tareas de extinción.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha emitido un breve comunicado expresando su "consternación" por lo ocurrido y enviando sus condolencias a los familiares y compañeros de los fallecidos.
El fuego también ha provocado el traslado de un centenar de personas por precaución, informa la agencia Lusa. Por otro lado, cuatro personas han sido detenidas desde el sábado sospechosas de haber provocado alguno de estos incendios.
La última de detención ha tenido lugar este lunes, la de una mujer de 47 años a la que se acusa de haber iniciado diferentes incendios los días 12, 13, 15 y 16 de septiembre en las localidades de Sebal y Condeixa-a-Nova, en Coímbra.
La falta de medios para hacer frente al fuego es la principal queja de las autoridades locales. Las representantes de las localidades más afectadas se reúnen este martes en Aveiro con funcionarios del Gobierno central encabezado por el ministro de Cohesión Territorial, Manuel Castro Almeida.
"No nos vamos a quedar en Lisboa esperando, no es el momento de abandonar", ha dicho Almeida, quien se ha comprometido, en nombre del Gobierno, a encontrar con "urgencia" respuesta a esta crisis, si bien es necesario comprobar "la naturaleza" de lo que está ocurriendo para poder actuar de la mejor manera posible.
Asimismo, el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha decidido este martes aplazar el congreso que su partido iba a celebrar este sábado en Braga, al mismo tiempo que ha cancelado toda su agenda hasta este viernes, a fin de poder dirigir todo el trabajo hacia esta crisis, según ha adelantado el diario 'Público'.