Osasuna quedó eliminado de la Copa del Rey tras un igualado partido ante la Real Sociedad. Fue una eliminatoria que no destacó por las grandes ocasiones de gol, sino por la intensidad y la pelea vista durante todo el partido en el medio campo. Así, cualquier detalle iba a hacer cambiar el signo del partido, cosa que acabó sucediendo a raíz de las decisiones arbitrales. Los de Pamplona tuvieron que jugar prácticamente toda la segunda mitad con un jugador menos por expulsión de Catena. Pese a ello los rojillos nunca bajaron los brazos y de no ser por otro penalti en el añadido, la Real Sociedad acabó pidiendo la hora.

Desde un primer momento se pudo ver a un Osasuna que optaba por el juego directo, rechazando a sacar el balón desde atrás. Siempre era Aitor Fernández o los centrales quienes optaban por los balones largos, buscando la cabeza de Budimir y la velocidad de José Arnaiz. Mientras, la defensa rojilla repetía una jornada más con la presencia de tres centrales, con Areso y Mojica como carriles. Esta disposición del equipo, ante el futbol de creación de la Real Sociedad ofrecía dos modelos distintos de juego y que las continuas disputas en la medular se traducían en un partido trabado. Cuando los navarros salían vecedores en los duelos individuales en campo rival se pudieron ver jugadas de peligro, aunque en realidad el primer remate rojillo entre palos no llegó hasta la segunda mitad. Una buena llegada la protagonizó José Arnaiz al cuarto de hora con un remate lejano que despejó un defensor. También Budimir contó con un balón dentro del área a pase de Aimar Oroz, que acabó cruzando en excesor y esa pelota se marchó por la línea de fondo.

La presión local hacía que los jugadores de mayor calidad donostiarras no tuvieran opción de jugar con espacios y estos tampoco fueron capaces de rematar a puerta rival hasta el inicio del segundo periodo. Aun así hubo opción de sendas jugadas polémicas en el área de la Real, ambas con Budimir como protagonista. El delantero croata fue derribado cuando se disponía a encarar a Remiro, pero el colegiado entendió que se había caído. Igual sucedió minutos más tarde, cuando el rojillo quedó "emparedado" entre dos defensores a la hora de rematar de cabeza. Sin embargo, de nuevo Hernández Hernández no vio falta. 

Osasuna - Foto: Jesús Diges

Ya en la segunda parte la actuación arbitral iba a ser determinante, en este caso a favor del conjunto vasco. Cuando se cumplía el minuto 52 y justo después de una gran intervención de Aitor, un balón colgado al área acabó convirtiéndose en un penalti señalado para los blanquiazules. Tras varios minutos de revisión el VAR acabó confirmando la decisión del colegiado y conllevó, también, la expulsión de Catena, por lo que Osasuna se quedaba con un jugador menos. Finalmente, Oyarzabal materializó la pena máxima en el minuto 56.

Con el 0-1 en el marcador Jagoba Arrasate optó por dar entrada a jugadores de banda como Rubén Peña y Rubén García, ambos en sustitución de Lucas Torró y Mojica. Tocaba arriesgar y acelerar el juego con balón. Osasuna por momentos se crecía y no parecía jugar con un hombre menos, siempre llevados en volandas por una afición incansable. Más de 21.000 aficionados en las gradas de El Sadar. A diez minutos del final fueron Kike Barja y Raúl García quienes entraron al verde en sustitución de Budimir y José Arnaiz. Los navarros buscaban hacer daño por banda, con centros al interior del área. En ningún momento bajaría los brazos el equipo navarro, mientras que la Real Sociedad llevaba tiempo sin acercarse por el área local. Pablo Ibáñez fue otro de los hombres que Arrasate dio entrada en lugar de Aimar Oroz.

Cumplido el minuto 90 fueron ocho los que añadió el colegiado, en un partido que los de San Sebastián pretendían sentenciar a la contra, pues Osasuna tomaba muchos riesgos. Y fue en una jugada al contragolpe visitante la forma en la que Aitor Fernández cometió un claro penalti. Así, Mikel Merino convirtió el 0-2 después de que Aitor detuviera el lanzamiento, pero el rechazo le favoreció al navarro. Dicho gol cerró la eliminatoria y Osasuna no podrá estar en el sorteo de cuartos de final del próximo viernes. Acaba el sueño de la Copa del Rey en El Sadar. Al conjunto navarro ya sólo le queda la liga para tratar de acabar la competición de la manera más tranquila posible.